Otra vez tirando de trastienda. Hoy tenía un tema apalabrado para desarrollar. Pero la premura del caso, merece tirar de recuerdos. Hay que preparar la nueva grabación grupal. 
Después del éxito de nuestra primera interpretación desde casa, "Ay, linda amiga", un nuevo reto tenemos a la vista. Esta vez con una preciosa nana:  "Dormi, dormi". Por eso hay que disponer con urgencia todo el material para el próximo desafío.
Desde ya me pongo a trabajar con los audios para tenerlos disponibles en la Web y en la App.

Y para no dejar "hueco" en el blog por donde se pueda filtrar la desidia, os traigo un poema intimista. Una llamada al amor, a la vida nueva.  Se lo escribí a Elena cuando comenzamos a forjar senderos. Cuando empezamos a compartir la realidad de nuestra historia en común.
Ha pasado ya mucho tiempo pero sigue siendo como el primer día.



Forjando nuevas vidas.


Recurriré a las olas de tus playas
para que apaguen mis ansias
sedientas de luz
y en la fusión de tu boca con la mía
nuevas palabras brotarán
llenando el tránsito indecible del silencio...

Tal vez me encontraré
con las manos vacías,
apenas dos mares o desiertos de agua clara,
frenéticamente acantilados en sus orillas,
las formarán.

Y me hallaré estéril, sin fuerzas,
para engendrar en tu vientre de anchos horizontes
el sol egoísta que apacigüe
nuestras tardes prolongadas del Otoño.

Mas tú, comprenderás.
Y en tu intento de dármelo todo,
volverás a ofrecerme tus labios
extensos, infinitos.
Volverás a desprenderme entre tus brazos,
aletargados en amor, lluvia
y ráfagas de viento.

Tu amor encerraré en mi locura,
en mi camino de rayos indirectos
que se nublan al son del primer acorde
siendo tú, guitarra destemplada,
siendo yo, nota de música entre los dedos.

Arremeteré contra tu espíritu viajero,
de largas cabelleras esponjosas
y castigaré mi placer con el olor
a besos, a refugio de tu boca.

Desorbitaré tus controlados fuelles
hasta que juntos, tus ojos y los míos,
modelen en el yunque tibio y freso
de las almas,
una esperanza de arena que, tal vez un día
será hombre o mujer, poeta al fin,
en los versos agridulces de esta vida…