He visto gente por la calle corriendo hacia sus casas. Estaban nerviosos como si algo importante fuera a suceder. " Las mujeres y los niños primero ", oí vocear a un nostálgico del siglo XX. Nadie se detenía. Todo hacía prever un magno acontecimiento.

Aturdido, tropezaba con la muchedumbre que, sin guardar la distancia permitida, invadían calzadas y aceras. Quería preguntarles. Saber si me había perdido algo desde el último parte televisado. Pero nadie, absolutamente nadie, me prestaba atención.

Todos iban a lo suyo. Como robots programados que fijan su mirada y su destino en el objetivo final. Insensibles a mis súplicas, hacían que en mi interior la desazón se desatara.

Miré el calendario. Recapacité. Rebobiné. Comprendí. Era 25 de mayo. Fecha muy importante en el cercano transcurrir de nuestras vidas. Hoy íbamos a dar un paso trascendental.

Dejábamos atrás un modelo para comenzar otro. Nuestra perseverancia lo había logrado. El esfuerzo de todos iba a tener recompensa.

El transcurrir de los acontecimientos se estaba desarrollando como una historia bien estructurada. Introducción, nudo y desenlace. Los personajes, también. En este caso todos éramos protagonistas, no los había secundarios. Y sobre todos nosotros, el director. El hacedor que cual Moises, nos había conducido hasta la Tierra Prometida. Esperemos que las decisiones y consejos que ha tomado,  se conviertan en un éxito apabullante.

Mientras reflexionaba sobre estos y otros escenarios, el personal, enloquecido, descontrolado,  me adelantaba sin consideración por la derecha, por la izquierda y hasta casi por el centro. Querían coger un buen sitio, gozar de un lugar de preferencia. Algunos llevaban sillas de playa otros, banquetas de cocina, hasta adiviné que palomitas. Me sonreí, aunque consideré que lo que iba a suceder no era para tomárselo con tanta frivolidad.

Al final, llegué  a casa. Saludé a mi esposa. Me adentré en el despacho. Encendí el ordenador y esperé.

Veinticinco de Mayo, veinte horas. Estreno mundial de "Ay, linda amiga" . Coral l'Albada.

Enhorabuena. ¡ Lo hemos conseguido. !