Ha llegado el calor. De golpe, sin avisar. Bueno, algo nos comentaron nuestros amigos Lolumo, Brasero y compañía,  pero como últimamente el tiempo nos importa poco, pues no les prestamos la debida atención.

Es curioso ver a estos osados meteorólogos vaticinando lluvias, gotas frías, vientos, calimas, cielos despejados, altas presiones, mientras saben que nosotros estamos a la nuestra. Oteando el móvil o contemplando las musarañas. 

En estos días en los que permanecemos encerrados,  en los que no existe el clima, que lo más que nos puede suceder es que arrecie el frío porque en la comunidad hayan apagado la calefacción o suba el calor porque se nos ha averiado el aire acondicionado, lo que acontece en el exterior nos trae un poco sin cuidado. Para qué vamos a pensar en sacar el paraguas o preparar la sombrilla si nuestro cielo es de escayola y nuestra lluvia de grifería y porcelana.

Pero ellos se afanan. Tienen que dar su media hora de nubes y claros. Y se inventan y reinventan. Nos muestran fotos espectaculares tomadas, eso sí, desde ventanas y balcones de aficionados retratistas. Nos aleccionan sobre vinos, flores, siembras y siegas, festividades, ocasiones...

Ahora también felicitan los cumpleaños a nietos, abuelos,  hijos, padres y les dedican algún huracán con nombre de mujer o alguna borrasca con mote de varón. Esto nos hace recordar aquellos programas de la radio de los años 50/60 en los que el disco de más actualidad, el más rítmico y melodioso se emitía junto al nombre de la  persona amada...

Y entre tanta y tanta distracción por no estar atentos, se nos ha colado el calor. De la noche a la mañana y por arte de birlibirloque se ha asomado sudoroso a nuestras vidas. Lo que nos faltaba. No nos ha dado tiempo de recoger las mantas y poner las cubiertas de ganchillo. De ordenar la ropa de verano y  atiborrar de antipolillas la de invierno. De quitarnos la bufanda y embozar la mascarilla.

Unos dicen que será para bien, otros que será para mal. Las dos Españas ... Y otros, los que saben, los que entienden, los hombres del tiempo, que no nos agobiemos. Que viene para quedarse. Que ellos ya nos lo habían advertido...

"Que por Mayo era por Mayo cuando hace la calor..."



"El hombre del tiempo" - Los mismos