Se nos ha escapado el mes de Abril. Sin querer, sin darnos cuenta, sus días enamorados se nos han ido cayendo del calendario como hojas en Otoño.

Este año, ha pasado por nuestras vidas como un simple peregrino que viene para no quedarse. Ha discurrido en silencio, taciturno, estéril, vacuo. Ni tan siquiera ha protestado. No ha levantado la voz.

Pinceladas de color rojo alentaban su almanaque. Pasarelas de lluvia y viento adornaban sus facciones. Festejos ahogados en primavera discurrían por sus venas.

Pero todo se ha ido al traste. Sus fiestas carmesí se atragantaron de sangre. Sus puentes, dulce quietud, estallaron por los cielos. Sus tradiciones quedaron mudas, cercadas en sacristías. Sus claras noches de luna se ahogaron entre abalorios.

Y así, doliente y humilde fuiste atrapando jornadas junto a muros chapuceros que acotaban nuestra voz...

Las cifras del calendario han arrancado tu página.  Un nuevo mes ya se ofrece con brío, fuerza, calor. Ahora ya te has liberado.  Has aliviado tu carga. Has jurado que otro año te pensarás en volver.

Sabes que te necesitamos. Precisamos de tus días. Anhelamos tu esperanza. Requerimos ese candor de vida, que va surgiendo, despacio, bajo el rítmico latir de tu nombre.. .  Primavera ilusionada... palabra henchida de amor.

Adiós Abril, no te olvides. Te seguimos esperando.




"Quien me ha robado el mes de Abril" - Joaquin Sabina