Las albadas son cantos de ronda que se entonaban tradicionalmente por la noche o antes 
del amanecer (de ahí su nombre de albada o también, a veces, alborada). Los motivos podían 
ser muy diversos: existen albadas de carácter religioso, festivo, navideño, o amatorio. 
También en algunos lugares se cantan albadas cuyos textos van relacionados con los 
acontecimientos recientemente ocurridos en el pueblo.

También era habitual cantar las albadas en honor a los santos patronos de los pueblos, durante 
la madrugada de la fiesta. Los intérpretes eran los mozos del pueblo, quienes lo recorrían 
de casa en casa para cantar coplas en honor de sus habitantes. Las casas que visitaban eran, 
habitualmente por este orden: la iglesia, las autoridades del pueblo, las familias y novias de los
cantantes y a continuación las casas de las muchachas solteras.
No es ésta la única función de las albadas; en algunos pueblos se cantaban en festejos de bodas
o para homenajear a las muchachas que iniciaban relaciones amorosas. Hay también cantos 
recogidos como albadas de navidad .
Por ejemplo, era habitual entonar albadas con motivo de alguna boda, en honor de los recién casados. 
Los novios daban dinero, comida o bebida para que los mozos pudieran hacer una merienda. 
El tono de las canciones eran más o menos respetuoso en función de lo que los rondadores
recolectaban de parte de los novios. Si los recién casados eran viudos se les daba una cencerrada, 
en la que se les cantaba acompañando las canciones con cencerros u otros instrumentos de parecida 
sonoridad.

La ronda solía acompañarse por instrumentos musicales: dulzaina y tambor, rondalla, gaita...

Información obtenida de la Web Arafolk  Interesante página Web sobre el folklore aragonés.